Lilian Epstein escribió:

Y como todo ser humano, muy sensible por cierto, y con toda la mejor buena fe, deseo ver y sentir un mundo viviendo en libertad, con calidad de vida, en paz, con amor y feliz.

Desde hace unos meses he sentido, por todo lo que leo en periódicos, miro y escucho en los noticieros, por la televisión,  por lo que veo y escucho de mis conocidos, amigos y… hasta de las personas que, por casualidad o causalidad, pasan a mi lado caminado por la vereda - a los gritos - hablando por su celular… vaya a saber con quien, o están sentadas cerca de la mesa en la que estoy tomando un cafecito… podría decir que siento desde ellos,  sin equivocarme demasiado, mucha, muchísima tristeza, desesperación e impotencia de la que me hago carne inmediatamente.

No los conozco, no se quienes son, no se quien tenga razón o no pero… su dolor, su tristeza es evidente.

Estaba en la cafetería saboreando un rico café, haciendo tiempo para llegar en hora a una consulta médica, y en una mesa en diagonal a la mía veo una jovencita mirando muy fijamente a los ojos de la mujer que estaba sentada frente a ella -su madre - quien seriamente le decía:

-     Tienes todo lo que  muchos quisieran tener, no te falta nada; quieres viajar viajas, quieres una fiesta la tienes, sales con tus amigos y amigas y parece que nada disfrutas, y ahora el colmo de los colmos, tú psicóloga quiere hablar con tu padre y conmigo… ¿para qué quiere que vayamos?

-     No sabía que ella los llamó, ni siquiera que desea decirles…

-     ¡Tú eres la que se esta tratando, tienes que saber el motivo!

La hija no pudo contener las lágrimas y muy acongojada contestó:

-     ¿Sabes ma?, no se lo que desee preguntarles o decirles pero… sólo puedo decirte que cuando me pediste que te acompañara a tomar el té me puse super feliz, no sabía que era por este tema.

-     ¿Y qué esperabas?

-     Esperaba que me dijeses que tenías ganas de que pasemos una tarde juntas, ya que si no estás con tus amigas, vas a jugar al bridge, al gimnasio o  siempre ocupaciones que me dejan a un lado

-     ¡Pero tu padre y yo ya no sabemos que darte! Y dime, ¿por qué lloras?

-     Ay ma, yo no se como haya sido tu infancia ni tu adolescencia pero debo decirte que agradezco todo lo que me dan, tú y papá, solo que me siento demasiado sola de padres

-     ¿Cómo, que estás diciendo?

-     Mamá, lo que yo necesito no se compra…

-     No entiendo

-     ¡Mamá, necesito que me abracen, que me den un beso cuando llegan y cuando se van, una sonrisa…pero entiendo que eso no debo pedirlo, eso debe salir de ustedes, de su alma! Sabes?, a veces, aunque lo deseo fervientemente, tengo miedo de acercarme a darles el abrazo, el beso que tanto deseo darles y que me den. (desconsolada la hija decía)

La madre rompió en llanto, sus lágrimas corrían a borbotones por sus mejillas, tomó una servilleta para secar su rostro y sin hacerlo tomó las manos de su hija entre las suyas, ambas se levantaron y abrazaron, mientras besaba y pedía perdón a su acongojada hija.

Esto sucedió y me llego al alma, hasta las lágrimas asomaban en mis ojos, disimuladamente las sequé con una servilleta de papel que tome del servilletero, no se como seguirán sus vidas pero, es mi deseo, espero que la hija ya no necesite un terapeuta para contarle la ausencia de amor que sentía de sus padres

 

No vivo en el limbo, se lo que esta sucediendo, también siento tristeza, dolor e impotencia y me pregunto:  

-     ¿por qué tiene que ser así?

Los que tienen una vida holgada, aparentemente no les falta nada, les falta, generalizando, sentir lo que más necesitan, el diálogo, comprensión y contención de sus progenitores; no sucede porque no los quieran, no… nada de eso, es que están muy ocupados en sus empresas, trabajos jerárquicos que les dan la posibilidad de vivir, en muchos casos, una vida llena de obligaciones y responsabilidades olvidando las más importantes… ¡sus hijos!

El dinero compra objetos, pero no puede comprar el amor, el beso, la caricia, el abrazo que tanto necesita y espera el hijo o hija.

Y están los otros, niños que deben ocupar lugares de demasiada responsabilidad, cuidando hermanitos, aseando la vivienda, preparando las comidas del día e ir a la escuela…, en el mejor de los casos, no sin antes dejar a lo más pequeños en guarderías o  dentro de una cuna hasta que vuelva su mamá o su papá o … esa misma criatura que debe asumir roles con demasiada carga de responsabilidad y emotiva a la vez.

 Niños que saltan esa etapa tan preciada… ¡su niñez!, debido a que sus padres deben cumplir con dos ó tres trabajos diarios para lograr llevar el pan a sus hijos y… a pesar de ello no llegan a fin de mes.

Niños, en otros casos, que viven en la pobreza más extrema o no, con el padre o la madre ebria, o pegadores, o madre sufriendo violencia, o, o, o…

No existen estratos sociales en estas terribles y lamentables vivencias.

 Unos por una causa y otros por otra sufren las mismas consecuencias y huyen, buscan la manera de salir de sus casas, algunos, el dinero no es su problema y otros en la indigencia total, a temprana edad se van a vivir solos, niñas que encuentran el cariño, el amor de algún desconocido y se unen a él, tienen hijos y luego sufren desamor, indiferencia, agresiones físicas y psicológicas…, y los niños, varoncitos, tal vez por otras causas, no logran ir por el camino correcto; unos y otros vuelven a vivir lo que les lastimaba y no deseaban repetir.

Robos, crímenes, vejaciones, guerras, falta de trabajo, irrisorios salarios (para el que tiene trabajo), huelgas de distintos sectores, y en este último, por necesidad de aumento salarial, ya sea en hospitales, educación… lo más esencial para que un ser humano tenga salud y pueda aprender para que la ignorancia se erradique…

 

¿Qué está sucediendo, no aprendimos de tiempos anteriores, no tuvimos tiempo de mejorar las cosas en base a lo malo que hemos sabido por enterarnos, si es que no habíamos nacido por esas épocas, de lo que leímos, de lo que nuestros mayores nos contaron y pudimos certificar con documentación valida… y los que si lo vivieron o vivimos…?

Entiendo que se ha tenido tiempo para reflexionar, tomar conciencia y asumir lo que se debía cambiar para bien y no para mal.

Entiendo que si se quiere se puede

Entiendo que cada ser desea vivir con comodidad, confortablemente, con salud, felicidad, paz y amor

Entiendo  que no lo podrá lograr con felicidad a costa del mal y la indiferencia al prójimo.

Señores, ustedes, con todo respeto lo expreso, lo digo, lo grito… que tienen la sartén por el mango – como se dice por ahí – no pregonen ¡hagan!

No promuevan la maldad

No promuevan la indiferencia

No promuevan la ignorancia

No promuevan la mentira

No promuevan la injusticia

No promuevan el fanatismo ya que todos los extremos son malos

No promuevan las guerras

Promuevan la justicia, la verdad,

la salud, la educación, el trabajo con salarios dignos, erradiquen el fanatismo y las guerras que solo traen destrucción, odio, dolor, terror, horror, desesperación.

Promuevan el bien, la solidaridad para que cada ser que habita y habite este mundo no pierda su autoestima, se valore y se sienta valorado como tal y feliz de ser… ¡digno ser humano!

Es el derecho de todos los seres que habitan esta tierra

Pero… sería muy interesante que comenzáramos a razonar, a reflexionar, a tomar conciencia y asumir cada ser que habita este bello planeta tierra... levantando nuestra autoestima porque valemos por lo que somos, porque sabemos que podemos salir adelante a pesar de toda indiferencia y piedras que encontremos en el camino de la vida, la que debemos recorrer con la cabeza erguida, sin soberbia, pero si con humildad, con una gran sonrisa, muy visible en nuestros rostros, la que no será una máscara ya que fluirá de nuestra alma con mucha seguridad, con la mejor energía positiva,  mucho amor y paz.

 

 

Emociones del Alma

Lilian B. Epstein

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